miércoles, 5 de noviembre de 2014

Operación Valquiria



El atentado del 20 de julio de 1944 fue un intento fallido de asesinar a Adolf Hitler, llevado a cabo por un grupo de oficiales de la Wehrmacht (Ejército alemán) organizados por el coronel conde Claus von Stauffenberg como parte de un golpe de estado basado en la denominada Operación Valquiria, un plan operativo de las reservas del ejército a ser puesto en práctica en caso de disturbios civiles o de una sublevación de los millones de trabajadores de las fábricas alemanas.

Stauffenberg colocó una bomba en una sala de mapas dentro de la Guarida del Lobo, cuartel general de Hitler, donde se encontraba el Führer reunido con sus generales. A pesar de haber estallado la bomba, Hitler solo sufrió heridas leves. Es posible que la muerte de Hitler hubiera terminado con la Segunda Guerra Mundial y salvado a los 10 millones de personas que fallecieron como consecuencia de la guerra entre la fecha del atentado y la capitulación alemana el 8 de mayo de 1945.
                                                                                                                          
Antecedentes
El proyecto de derrocar a Adolf Hitler empezó a gestarse de manera difusa y solapada en 1938, por parte de algunos altos oficiales de la Wehrmacht deseosos de evitar una gran guerra a escala europea. Entre estos conspiradores estaban el general Ludwig Beck, antiguo jefe de Estado Mayor, y el mariscal de campo Erwin von Witzleben; sin embargo la indecisión de los generales del ejército Franz Halder y Walther von Brauchitsch impidió ejecutar tales planes, mientras la política de apaciguamiento seguida por Reino Unido y Francia en esos años les desanimaba de realizar un acto concreto contra el régimen nazi.

Tras los resonantes triunfos de la Wehrmacht en las invasiones de Polonia, Noruega, Francia, Bélgica y los Países Bajos, la popularidad de Adolf Hitler aumentó muchísimo entre las masas alemanas y los oficiales de la Wehrmacht no fueron ajenos a tal fenómeno, por lo cual a fines de 1940 se hizo muy difícil reclutar conspiradores decididos a derrocar al régimen triunfante hasta entonces. Los planes se estancaron y los oponentes se dispersaron, a pesar de lo cual los planes no se desecharon a la espera de una nueva oportunidad política.

En 1941, tras el comienzo de la Operación Barbarroja, se forma otro grupo de resistencia dirigido por el coronel Henning von Tresckow, quien trabajaba como parte del Estado Mayor del general Fedor von Bock, su tío. Tresckow pensaba que la guerra contra la Unión Soviética estaba perdida de antemano y que desangraría a Alemania en hombres y recursos, colocándola frente a un abismo como nación. El reclutamiento de opositores era muy difícil. Se hacía con mucha cautela y muy discretamente en las residencias de los cabecillas y fuera de Berlín.


Estado en 2009 de la Guarida del Lobo, lugar de ejecución del atentado
A ello se sumaba el hecho que los destacados triunfos de la Wehrmacht en el frente oriental durante 1941 desanimaron a la mayoría de los oficiales de participar en una conspiración contra Hitler, aun reconociendo el peligro que implicaba para Alemania una guerra contra la Unión Soviética. Desde allí Von Tresckow reclutaba nuevos conspiradores entre la oficialidad germana, pero sus planes no pudieron avanzar mucho debido a los resultados de la Batalla de Moscú en diciembre de 1941, donde el avance alemán fue totalmente detenido por el Ejército Rojo lo cual significó que Hitler le quitara a Fedor von Bock el mando del Grupo de Ejércitos Centro, mientras que el general Walther von Brauchitsch también era relevado del mando de tropas de forma humillante. Tresckow intentó reclutar al general Brauchitsch pero este contestó que no se uniría a ningún grupo disidente; aunque tampoco haría nada por impedir su actuación.

En 1942, Tresckow con ayuda del general Hans Oster logró reclutar en su núcleo de oposición al general Friedrich Olbricht, quien dirigía la oficina principal del ejército en Berlín, controlando allí un sistema de comunicaciones autónomo que unía a las unidades militares de reserva aún estacionadas en territorio de Alemania. A fines de año, Tresckow y Olbricht intentaron asesinar a Hitler con bombas barométricas en dos oportunidades, una en el aeródromo de Smolensk y la otra en Berlín, pero ambos planes fallaron debido al fallo en los artefactos. También buscaron sin éxito unir a su conspiración a los mariscales de campo Erich von Manstein y Gerd von Rundstedt, dos militares veteranos que gozaban de gran prestigio en la Wehrmacht por sus éxitos y conocimientos de táctica en combate, quienes podrían ayudar a un efectivo derrocamiento del régimen nazi y no a un mero asesinato de Hitler y, aunque éstos rehusaron unirse al derrocamiento, no delataron la conspiración.

Rescatando al soldado Ryan



En Francia, tres días después del Día D, Miller recibe la orden de localizar a Ryan. Reúne a seis hombres de su compañía (Horvath, Mellish, Reiben, Jackson, Wade y Caparzo) y otro más de la 29.ª División de Infantería (Upham) que habla francés y alemán, para servir como traductor. Sin información sobre el paradero de Ryan, Miller y sus hombres se trasladan a la localidad de Neuville, donde se encuentran con un pelotón de la 101.ª. Tras entrar en la localidad bajo una fuerte lluvia, Caparzo es herido en el pecho por un francotirador alemán y muere desangrado sin que nadie pueda acudir en su ayuda. Jackson localiza al tirador enemigo y lo abate cuando Caparzo ya ha fallecido. Poco después encuentran un soldado de nombre James Frederick Ryan, de Minnesota, aunque rápidamente se percatan de que no es su hombre. En su búsqueda también se topan con un miembro de la compañía Charlie, quien les informa que su zona de aterrizaje fue Vierville y que las compañías Charlie y Baker tenían el mismo punto de reunión. Una vez allí localizan a un amigo de Ryan que les dice que el hombre al que buscan está defendiendo un puente de gran importancia estratégica sobre el río Merderet en la localidad de Ramelle.
Saving Private Ryan (en España Salvar al soldado Ryan, en Hispanoamérica Rescatando al soldado Ryan) es una película bélica épica estadounidense estrenada en 1998 y ambientada en la invasión de Normandía durante la Segunda Guerra Mundial. Dirigida por Steven Spielberg y escrita por Robert Rodat, el filme destaca por su recreación gráfica y muy realista de la guerra, especialmente en sus intensos 27 primeros minutos, que narran el desembarco y asalto aliado de la «playa de Omaha» el 6 de junio de 1944. La historia continúa con Tom Hanks como el capitán John H. Miller del ejército de los Estados Unidos y siete hombres (interpretados por Tom Sizemore, Edward Burns, Barry Pepper, Vin Diesel, Giovanni Ribisi, Adam Goldberg y Jeremy Davies) en busca de un paracaidista, el soldado James Francis Ryan (Matt Damon), que ha perdido a sus tres hermanos en combate.

Rodat concibió la historia de la película en 1994, cuando vio un monumento dedicado a ocho hermanos que murieron en la Guerra de Secesión e imaginó un símil narrativo ambientado en la Segunda Guerra Mundial. El guion fue presentado al productor Mark Gordon, quien se lo entregó a Hanks, y finalmente llegó a Spielberg, que decidió dirigirlo. La premisa de la película se basa libremente en el caso real de los hermanos Niland.

Saving Private Ryan fue bien recibida por el público, obtuvo buenas críticas y ganó varios premios a la película, el reparto y el equipo. También obtuvo una importante recaudación en taquilla, que ascendió 481,8 millones de dólares estadounidenses en todo el mundo y la situó como la película norteamericana más taquillera del año. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas norteamericana nominó la película a siete premios Óscar y Spielberg ganó su segunda estatuilla al mejor director.

Argumento
En la mañana del 6 de junio de 1944, comienzo de la invasión de Normandía, los soldados estadounidenses se preparan para desembarcar en la playa de Omaha. Nada más abrirse las puertas de sus lanchas de desembarco son recibidos por un feroz fuego de artillería alemana, que masacra a muchos de los soldados en cuanto ponen pie en tierra. El capitán John H. Miller, al mando de la compañía Charlie del 2.º Batallón Ranger, sobrevive a la carnicería del desembarco, reúne a un grupo de soldados para intentar penetrar las defensas alemanas y abre brecha para avanzar desde la playa.

En el Departamento de Guerra de los Estados Unidos, en Washington D. C., el general George Marshall es informado de que tres de los cuatro hermanos de la familia Ryan han muerto en combate con pocos días de diferencia y que su madre recibirá los tres telegramas de pésame en el mismo día. También tiene noticia de que el cuarto hermano, soldado James Francis Ryan de la compañía Baker, 506.º Regimiento de Infantería de Paracaidistas, 101.ª División Aerotransportada, está desaparecido en combate en algún lugar de Normandía. Tras leer a su equipo una carta que Abraham Lincoln envió a la señora Bixby, que perdió cinco hijos en la guerra civil, Marshall ordena que Ryan debe ser encontrado y enviado a casa inmediatamente en cumplimiento de la política de único superviviente del ejército estadounidense.